Volvemos a la carga con uno de mis DIYs infalibles de cada verano: cómo hacer un vestido fácil, fácil, ultrafácil :D Pero este tutorial creo que supera con creces todos los anteriores. Se trata de un vestido que puede ser todos los vestidos del mundo al mismo tiempo: desde un palabra de honor a un kimono, pasando por todas las versiones imaginables del escote halter, e incluso, dejando posibilidad a infinitas formas de espaldas abiertas. No solo es uno de los vestidos DIY más fáciles del mundo, si no que también es el más versátil.
La estructura es simple: en la opción que os enseño en el vídeo, partimos de una falda tubo fruncida con una goma a la cintura. Exactamente igual que el tutorial del primer vestido más fácil del mundo. A continuación uniremos dos rectángulos muy largos a la cinturilla de esta falda y ¡voilà! ¡Ya tenemos vestido!
La otra opción, si lo queréis más entallado, es partir de un patrón de falda base y alargarlo hasta donde se desee. Una vez terminado, que no os llevará más de una hora, es cuando entra en juego vuestra creatividad. Las posiciones más clásicas son el escote halter, el asimétrico y las combinaciones de estilo griego. ¡Pero existen infinitas posibilidades!

Para marcar la diferencia puedes ayudarte de accesorios que sirvan de apoyo para redireccionar la tela, como collares, broches o argollas. De este modo también estarás elevando la categoría del vestido y consiguendo un efecto totalmente distinto.
En cuanto a la tejidos, recomendaría un crep muy fino para un evento formal, ya que es desde mi punto de vista, una de las telas más elegantes. Puede servir también una viscosa o rayón, pero tenemos que tener en cuenta que es necesario que la tela sea fina para poderla retorcer bien y crear todas las posiciones. Y si no, podemos ir directamente a por tejidos elásticos como la lycra, que es el más habitual en este tipo de vestidos.
¿Qué os ha parecido? ¿Os animáis a hacerlo? ¿Qué color o qué tejido elegirías tú?