Siempre he admirado a la gente con capacidad para hacerse cambios de look radicales, porque soy del club de las que tiembla a la hora de ir a la peluquería a cortase las puntas. Y más aún, siempre he admirado a la gente con valor para hacerse extravagancias como teñirse el pelo de colores. Nunca me atrevería... ¡Y eso que encantó la tendencia del pelo dip dye nada más verla!
Hoy os traigo un tutorial para enseñaros cómo podéis pintaros el pelo de cualquier color, pero de manera totalmente reversible y sin que os arrepintáis al día siguiente. Os servirá tanto si queréis conseguir ese look pseudo-indie de Palm Springs, como si os apetece hacer un poco el tonto en alguna tarde de verano. Creo que se ve mucho más bonito en rubias pero, de cualquier modo, tenía que probarlo. Lo de transformarme en rubia lo dejo para otra ocasión.
El secreto está en una especie de tizas especiales para pintar el pelo, que últimamente se están haciendo muy populares. Las podéis encontrar online, yo compré las mías en Amazon. De todas formas, he pintado toda mi vida y juraría que no son ni más ni menos que pinturas pastel normales y corrientes. Con otro posicionamiento, eso sí, pero el producto es el mismo. Las podéis encontrar en cualquier tienda de materiales de dibujo y manualidades, e incluso podéis comprar pasteles sueltos del color que os interese. ¡Os dejo con el proceso!
Hay quien recomienda utilizar guantes. Yo creo que es un poco exagerado en este caso, con lavarse las manos con jabón es más que suficiente. Lo que sí os recomiendo es que tengáis cuidado con la ropa, porque puede mancharos un poco. Aunque si os mancháis tampoco hay mucho problema, en la lavadora desaparece.
Lipstick: Vegas Volt de MAC
¡Espero que os haya gustado! La verdad es que yo me lo he pasado genial preparando el post.
¡Un besazo y disfrutad mucho!